Noelia nunca pensó poder dar a luz sin epidural, escuchando a su cuerpo, usando sus propias herramientas. Para ella fue una experiencia increíble y empoderadora que vivió en el Hospital de la Plana de Vila-Real (Castellón). acompañada e informada por un matrón continuamente. Ella preparó su parto con el curso online de Parto Positivo ¡Enhorabuena Noelia! Os dejo con su testimonio:
Nuestro primer bebé nació hace unos días, el martes 2 de junio. Junto a la gran formación y apoyo que imparten las matronas, quise más información para saber afrontar el momento de la mejor forma posible. Había leído hacía meses sobre el hipnoparto y me pareció interesante cómo por medio de respiración, visualización e información, podíamos prepararnos y conocer más sobre todo el proceso. Así que, le conté a mi pareja y realizamos el curso online juntos.
Era una noche de domingo y todo empezó con unas contracciones diferentes a las sentidas hasta ahora. Al día siguiente, estando de 40 semanas + 3 días, me levanté bien y con ganas de hacer recados de última hora. Por la tarde sobre las 18 horas, empecé a notarme extraña, algo invadía mi cuerpo y empezamos a contar cada cuánto venía una ola uterina, y su duración. Eran espaciadas y de nivel medio, aún podíamos estar el máximo tiempo en casa, con la pelota y en la bañera con música relajante.
A eso de las 20 horas, cada vez la presión y ganas de empujar eran más fuertes pero tampoco sabíamos exactamente cómo me podía llegar a sentir, y una mezcla de nervios y emoción inundaba nuestro cuerpo. Había que esperar en casa, que todo fluyera y fuera evolucionando. Más aún con la situación de Covid-19, en casa como en ningún sitio.
Finalmente, a las 21 horas del lunes 1 de junio, decidimos ir al hospital ya que hacía más de una hora que tenía olas uterinas cada 4/5 minutos, con una duración de 1 minuto aproximadamente.
Llegamos al hospital, que está al lado de casa, me exploraron y nuestra sorpresa fue que ya habíamos borrado el cuello del útero y estábamos de 2 centímetros de dilatación, nos quedamos ingresados, ya que era estreptococo positivo. Tras dos horas en monitores y la realización de pruebas de Covid-19, nos pasan a planta a una habitación. Mi pareja baja a por las bolsas y al subir yo estoy que no puedo más y empiezo a sangrar, volvemos a paritorios y ya estamos de 4 centímetros. Así que ha llegado el momento decidir qué hacer en este punto. Íbamos con la mente abierta, hacer lo que el cuerpo nos pedía, y no seguir una idea pre-establecida.
En todo momento nos sentimos valorados, informados y respetados por nuestro matrón, un diez de verdad. Tras valorar pros y contras, nos decidimos por entrar en la bañera, para seguir la dilatación, y si era necesaria alguna analgesia ya lo veríamos en su momento. Mientras llenan la bañera, uso una mecedora que calma mis momentos más intensos, y me hace disfrutar de la música, palabras y masajes que me da mi pareja en los tiempos de descanso.
Serían aproximadamente las 12.30/01.00 de la madrugada del martes 2, entraba en la bañera, mi pareja me ponía música, me recordaba las respiraciones del curso, las afirmaciones positivas, me daba frutos secos, agua, me daba aire… cada vez se hacía más intenso y pido el óxido nitroso, a penas me da para usarlo 3/4 veces.
Nuestro bebé estaba cada vez más cerca. Ahí tengo dudas y le digo a mi pareja que no se si voy a poder sin epidural… Cada ola uterina es más fuerte, pero no lo puedo describir como dolor, sino como una fuerte presión, que me dejaba sin aliento y con muchas ganas de hacer fuerza y empujar.
Según mi pareja, llegado el momento era dos personas diferentes, el momento de la ola, y el momento de transición hacia la próxima. En unos 15 minutos dentro, noto muchas ganas de empujar y sensación en el culete, me exploran y estaba ya de 10 centímetros, completa. Muy rápido todo.
Rompo la bolsa en la bañera sobre las 02.00 de la mañana, estoy concentrada y tranquila, pero llegado el momento de empujar, solo se ve un trocito de pelo y pasan varias horas. Finalmente sobre 4.15, nos explica, parece que el parto se ha estancado y decidimos salir a la cama y ver cómo va. Tras varios pujos no hay cambios. Valoran y ven que hay mucha tensión perineal, y empieza a salir algo de meconio, así que hay que actuar, entra ginecóloga, pediatra, enfermera y otro matrón, esa noche somos el único parto.
Nos informan, y nos consultan y, decimos que adelante, la peque tiene que salir, así que usan ventosa, pero para ello tienen que hacer una pequeña episiotomía ya que no podía ni entrar la ventosa. Estamos nerviosos, pero muy contentos, el equipo nos anima, en la próxima contracción seremos una familia de tres.
Y finalmente, tras un parto rápido, respetado y muy disfrutado, a las 04.45 de la madrugada del martes 2 de junio, nació nuestra pequeña Aitana. Pesó 3.850 Kg. al nacer y midió 52.5 cm. Con los ojos muy abiertos hicimos inmediatamente piel con piel, y al pecho a mamar, pinzamiento tardío, y pasados unos minutos papá cortó el cordón.
Así que solo puedo dar las gracias, por haber tenido una experiencia tan bonita y empoderadora y querer repetir exactamente de la misma forma muy pronto.
Tanto mi pareja como yo estamos encantados.
La preparación al parto con hipnoparto de Parto positivo te ayuda a afrontar el parto con información, empoderada y sin miedos ¿El objetivo? Tener el mejor parto posible. Si quieres saber más sobre qué es el hipnoparto y cómo puede ayudarte haz click aquí.
“Íbamos con la mente abierta, hacer lo que el cuerpo nos pedía, y no seguir una idea pre-establecida”
Noelia preparó su parto con el curso online de Parto Positivo. También puedes leer otras experiencias en el Hospital de la Plana de Vila-Real.
O continua leyendo los partos positivos de cientos de mamás que han preparado su parto con Parto Positivo. Partos reales y positivos.
Siempre había querido parir en el hospital y con epidural pero tú libro y audios me ayudaron tanto a saber controlar la situación y a no ponerme nerviosa que al final el parto fue de 50 minutos, natural y sin epidural… ¡Una experiencia inolvidable!
Haz Click para leer su testimonio
Sin importar las circunstancias especiales que surgieron, en ningún momento me sentí asustada o enojada, todo resultó en una aventura positiva y satisfactoria. Y no es para menos, pues es la historia de cuando conocí al amor de mi vida.
Estoy convencida de que todo fué así por lo positiva y motivada que estuve en cada minuto. Pensaba continuamente: “De pie y en movimiento ayudaré a mi bebé a bajar rápido, yo puedo con todo” y hacia el final del parto solo pensaba: “Me quedan minutos…preparate Mateo que te voy a querer como a nadie”.
Sin duda, ha sido la experiencia más empoderadora, salvaje e intensa que he vivido nunca. El curso es maravilloso y realmente me ayudó a estar preparada para ese día. A quitar miedos y a estar preparada para cualquier escenario. Sin las clases, no se como lo habría llevado.
0 comentarios