Elena nos cuenta en su relato de parto el precioso viaje hasta su encuentro con Ibai, un tránsito por las etapas del trabajo de parto en el que Elena se sirvió de la herramienta BRAIN para ir tomando sus decisiones, hasta llegar el esperado momento de estar los tres juntos. ¡Muchas felicidades familia!
Este es su relato de parto:
La tarde del 5 de Agosto, dando el paseo rutinario con mi marido y mi perro comencé a notar leves olas en mi interior. Mi marido trabaja de noche ese día y le insistí en que se fuera, que aún no estaba segura que estuviese de parto y que me encontraba bien como para pasar la noche sola. El accedió tras debatirlo durante un largo rato…
Cenamos y él me preparó mi cena favorita (después me confesó que fue porque tenía una intuición y quería que cenase a gusto y cogiese fuerzas)
Justo cuando mi marido se fue empecé a notar con más intensidad las olas y decidí irme a dormir, ahora ya estaba siendo más consciente de lo que estaba por llegar.
Empecé a apuntar cuando las olas venían en una libreta que dejé en la mesilla de noche, ya que entre ellas podía dormir. Pero tras un par de horas dejé de apuntarlas y empezar a usar la respiración ascendente para llevar el control de las olas.
Me pasé el resto de la noche haciendo de vientre (mi cuerpo estaba preparándose), expulsé el tapón mucoso y llevé las olas relajadamente. Cuando mi marido llegó empezamos a poner en práctica juntos todo lo que aprendimos en el curso, ya que la intensidad de las olas ya había subido y necesitaba utilizar las herramientas que teníamos guardadas.
Utilizamos el masaje relajante, la máquina TENS y a repetir las frases positivas que en toda la casa habíamos pegado ya durante todo el embarazo. La que más necesitaba repetir era “las olas uterinas no son más fuertes que yo porque son parte de mi” y mi marido me decía “con cada ola uterina estamos más cerca de Ibai”.
Tras unas horas, noté un cambio en las olas y decidí ir al hospital.
Entregué mi plan de parto, lo comenté con la matrona y todo lo que tenía y quería para mi parto fue aceptado. Llegué con un 80% de cuello borrado, tras el primer tacto vaginal que me hicieron, consentido por mi, ya que necesitaba saber en qué punto me encontraba.
Tanto matrona como ginecóloga me propusieron volver a casa, ya que les dije que mi primera idea era un parto sin epidural y me aconsejaron que igual era mejor que siguiera el trabajo de parto en casa. Sin embargo, yo no quise hacer otro viaje a casa ya que el ir hasta el hospital me sacó de mi planeta parto y en ese momento además (aunque parezca raro) me sentía más segura quedándome.
Así que seguimos el trabajo de parto con toda libertad, me dieron una pelota de pilates, me daban acceso a ducha, seguí con las frases positivas y con los masajes de mi marido.
Tras unas 6 horas rompí la bolsa, y ya no conseguía asumir la intensidad de las olas y tras un largo rato de charla conmigo misma y mi marido decidí optar por la epidural. Necesitaba descansar, después de bailar con las olas durante ya 24 horas. Aquí ya estaba dilatada de casi 8 cm.
Sabía que eso conllevaba que el trabajo de parto se ralentizará… y así fue.
Tuvimos que utilizar BRAIN ya que se me ofreció ponerme oxitocina, porque las olas empezaron a espaciarse en el tiempo.
De esta forma pudimos empezar con el expulsivo y tuvimos que volver a utilizar la herramienta BRAIN. Decidí terminar de romper la bolsa, ya que la matrona me lo ofreció después de explicarme que la rotura que había tenido antes era superior y que en la parte inferior había tanto líquido que a la hora de empujar me era difícil poder ir haciendo que Ibai saliera. El expulsivo fue largo, unas 5 horas utilizando diferentes posturas dentro de lo que la epidural me permitía. Lo que hizo tan largo, es que Ibai bajaba de piso pero al dejar de empujar volvía a subir.
Finalmente el día 7 de Agosto a las 03:19 saqué fuerzas con el apoyo de mi marido susurrándome y el apoyo de la matrona y conseguí que Ibai bajara y llegará a este mundo.Como secuelas, un desgarro superficial que en menos de una semana ya tenía curado. Físicamente he tenido una recuperación súper rápida y súper buena.
Fue brutal, e increíble. Aunque finalmente opté por la epidural, era lo que necesitaba, un descanso y coger energía. Volvería a repetir este día mil veces más.Me siento empoderada y una súper mujer. Agradezco tanto el apoyo de mi matrona, que sabía lo que quería y necesitaba en todo momento.
Y sobre todo Gracias a ti Carmen por ofrecer tanta sabiduría para poder perder ese miedo atroz que tenía al parto y hacerme conseguir tener un recuerdo y una experiencia increíble.
Le recomiendo a todo el mundo que se informe bien y se prepare con esta técnica porque es la que más fuerza y confianza en ti misma te da.
Porque estamos hechas para esto. Es nuestra naturaleza.
Elena preparó su parto con nuestro Curso Online para Embarazadas y tú, que estás leyendo este hermoso relato, también puedes hacerlo.
Y un excelente complemento y valioso recurso es el “Libro de Hipnoparto: preparación para un parto positivo” en el que incorporarás herramientas para vivir un parto real, sin miedos, empoderada y positivo.
Gracias infinitas Elena por compartir tu experiencia, esperamos que este relato inspire a otras madres como tú, para que tengan la posibilidad de elegir dónde y cómo parir. Seguro que así será.

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