Los embarazos tras una pérdida gestacional son, inevitablemente duros a nivel emocional. Hace unos meses Jayza me escribió para preguntarme si el curso online de Parto Positivo le serviría para afrontar con calma y positividad un parto inducido y me contó su historia. Jayza perdió a sus dos niñas en sus dos embarazos anteriores. Esta vez su pequeña nacería en un parto inducido al cumplir las 37 semanas. Para las que no lo sepáis muchas mamás que han experimentado una pérdida en el embarazo a término optan por una inducción o cesárea programada en la semana 37.

Jayza se decidió a hacer el curso online y unos días después me escribió:

“Te cuento que acabo de terminar el curso corriendo, porque ayer me dieron la noticia de que mañana me ingresan para valorarme y valorar la inducción. Por una parte estoy muy tranquila, pero por la otra tengo muchos nervios, sobre todo porque apenas cumplo las 37 semanas el lunes y me preocupa que Luna necesite todavía un tiempo más dentro de mamá. Pero bueno vamos mañana con la intención de escuchar e informarnos de todo lo que nos haga falta.
Darte las gracias porque creo que parte de mi tranquilidad es gracias a ti, y a mi pareja que no deja de repetirme solo cosas positivas, su alegría me contagia. Y bueno espero contarte muy pronto mi parto positivo, y deseando que todo salga como queremos y tener por fin a nuestra peque en mis brazos”

 

Durante los días siguientes tuve a Jayza muy presente y por fin, unos días después recibí un mensaje muy especial, su parto positivo y una foto de su princesa Luna ¡Jayza tuvo una experiencia empoderadora y positiva y una bebé sana y preciosa! Es un honor poder dar voz a su relato.

Te dejo con sus palabras: 

¡Hola Carmen!  Ya está Luna por fin con nosotros. Todavía no me lo creo. Es tan bonita y tan perfecta… El parto genial, la inducción no pudo ir mejor.

Te cuento, llegamos al hospital a las 9 de la mañana del sábado para la valoración, vieron que el cuello todavía no estaba muy allá, así que me explicaron el procedimiento y que empezarían con el propess para ver cómo iba reaccionando mi cuerpo.

Pues sobre las 11 de la mañana ingresamos ya con el propess puesto, y las contracciones comenzaron enseguida.

Las matronas muy atentas, me recogieron el plan de parto, lo leyeron conmigo, y me dieron la tranquilidad de que todo se cumpliría. A las 4 de la tarde me hicieron el primer tacto y estaba dilatada de 3cm y el cuello borrado al 80%, así que decidimos quitarme el propess y ver qué pasaba y cómo reaccionaba mi cuerpo.

Las contracciones empezaron a ser más fuertes y más seguidas, yo estaba adolorida pero feliz, mi cuerpo estaba reaccionando como yo esperaba. Mi novio conmigo en todo momento repitiéndome afirmaciones positivas, lo poco que faltaba para conocer a Luna, y eso me daba más y más fuerzas. Nos dieron libre elección para utilizar cualquier elemento que necesitara para el dolor. Estuve un rato metida en la bañera con mi novio contándome historias de amor en punta Cana jajajaja, usamos la ducha también con agua caliente, la pelota de pilates, y caminamos mucho. En todo momento las matronas muy respetuosas y pendientes de si necesitaba algo, si quería comer o beber algo.

A las 8 nos pasaron a una habitación solos para que yo estuviera más tranquila y mi cuerpo reaccionara mejor, así que estuvimos allí con la luz apagada y música relajante.

Por mis antecedentes tenía que tener los monitores conectados constantemente para escuchar a Luna y ver que no sufría, pero aún y así yo seguía caminando y moviéndome como quería. La matrona entraba a la habitación muy respetuosa miraba que todo estuviera bien, y yo apenas me enteraba.

Estaba en mi mundo, concentrada en cada respiración, pensando en el momento de recibir a Luna, ¡Estaba adolorida pero feliz!

Me hicieron otro tacto sobre las 12 y vieron que estaba dilatada de 5cm pero el cuello del útero seguía exactamente igual, encima las contracciones habían bajado bastante el ritmo, con lo que me dicen que los ginecólogos han mandado a romper la bolsa, porque ya que es una inducción, deberían seguir con el curso de la misma.

Las matronas sabían que yo quería un parto lo más natural posible, y como me negué a la rotura de bolsa al menos de momento, me ayudaron para que así fuera. Me dieron muchísimo margen de tiempo para que fuera yo la que tomara la decisión.

Pude dormir entre cada contracción, con lo que me sentía un poco más descansada. A las 4 de la mañana hablo con mi pareja y decidimos romper la bolsa porque la dinámica se había parado mucho y no pasaba nada. Así que decidimos hacerlo, lo hablamos con la matrona, le expliqué que me daba mucho miedo por mi experiencia anterior, y ella en todo momento me tranquilizó, me dijo que no me preocupara y que lo haría con muchísimo cuidado.

Es increíble como aquellas palabras me relajaron de tal manera que casi no me enteré cuando la rompió. Me explicó que las contracciones a partir de aquí serían un poco más intensas, y que lo que necesitara para aliviar el dolor se lo pidiera sin pensarlo. Estuvo un rato trayéndome bolsitas de agua caliente y dándome masajes en la espalda.

La dinámica empezó enseguida, y yo ya entré en lo que supongo que llaman “mundo parto”. No escuchaba nada, me concentraba en cada ola uterina, que ahora si habían empezado de verdad. Escuchaba a mi cuerpo y optaba por la posición que me pedía, cada vez todo era más fuerte y más intenso, hasta que llegó un momento en que me colgué (literal) del cuello de mi novio y dije que tenía ganas de empujar. A partir de aquí fue todo una locura, yo solo me escuchaba gritar, sentía perfectamente como la cabecita de mi bebé iba descendiendo por el canal de parto, y esto me daba fuerzas pero a la vez quería morirme. Yo estaba tirada en el suelo arrodillada, con las manos apoyadas en la cama y haciendo una fuerza que ni yo conocía que tenía, la matrona en el suelo ayudándome y diciéndome lo bien que lo estaba haciendo, aunque también me repetía que no me sentara. No sé cuántos pujos fueron, pero a las 6:45 nació mi Luna sana y perfecta. Es increíble cómo se siente como va saliendo cada parte de su cuerpecito, y el alivio inmediato que se siente, la sensación de felicidad, de estar empoderada, a pesar de que hacia 1 minuto te querías morir.

Me ayudaron a sentarme en una silla y me dieron a mi bebé, te prometo que no lo podía creer, por fin mi sueño se había hecho realidad. Me dieron el tiempo que necesité para asimilarlo y ver lo perfecta que era.

Estuvimos así otras 2 horas, piel con piel, los 3 conociéndonos y dándole la bienvenida a nuestra nueva vida. He de decir que yo estoy perfecta, no me desgarre, no tengo punto, ni heridas. Fue un parto perfecto.

Ahora lo pienso y todavía no me lo creo. Sin duda alguna tu curso me sirvió muchísimo, a controlar cada respiración, cada pensamiento, y alejar lo negativo, porque quieras o no para mí era casi inevitable el miedo, pero lo vencimos!!

Gracias Jayza por compartir tu testimonio y bienvenida Luna.

Jayza preparó su parto por inducción con el curso online de Parto Positivo, la manera más económica y accesible de beneficiarte de hacer el curso de hipnoparto ¡A tu ritmo y desde cualquier lugar del mundo! ¿El objetivo? Tener el mejor parto posible. Si quieres saber más sobre qué es el hipnoparto y cómo puede ayudarte haz click aquí.

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Lo volvería a hacer mil veces, todo fue excelente y no cambiaría ni un segundo, esa era la forma en la que Alma decidió venir a este mundo y fue totalmente espectacular poder ayudarla a encontrar su camino.

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Vanesa Jiménez

Libro de hipnoparto y curso online

Y por fin ahí estábamos las dos disfrutando ese intercambio de miradas. Se enganchó al pecho a los pocos minutos. Yo no tuve ningún tipo de desgarro y me encontraba fenomenal, más empoderada que nunca y con ganas de gritarle al mundo y en especial a las mujeres que somos pura magia.

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Lorena Cañón

Libro y curso online de hipnoparto

Había sido capaz de tener el parto de mis sueños y aprender de mi cuerpo lo increíblemente poderoso que es. Un cuerpo de diosa, que engendra y trae vida de la forma más increíble posible.

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Ana León

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