Mi primer parto fue natural, demasiado largo seguramente por todos los miedos que llevamos algunas primerizas.
Desde que buscamos el segundo hijo, tenía muy claro que este parto sería diferente al primero, al menos quería llegar sin miedos e intentar disfrutarlo…
A mitad del embarazo descubrí a Carmen y el hipnoparto, la palabra me producía desconfianza, pero tras leer tantas experiencias positivas, decidí comprar el libro y obtener los audios de relajación.
Fue todo un descubrimiento, a medida que pasaban las semanas leyendo, haciendo mis propias afirmaciones positivas y cada noche escuchar los audios, me iba sintiendo sorprendentemente cada vez más tranquila, con más ganas.
El embarazo llegó a las 41 semanas y yo ya no podía más, deseaba parir!! Así que en los últimos monitores le pedí a mi ginecologa si podía “echarme una mano” y esa misma noche comenzaron las contracciones.
Aguanté en casa un día con contracciones dolorosas pero muy irregulares, hasta que por la mañana comenzaron a ser demasiado intensas y seguidas, sentí que era el momento…por fín!!
Me dí una ducha rápida entre tanto dolor y nos fuimos al hospital.
Al llegar estaba de 4 cm, me preguntaron si quería epidural pero la verdad es que las llevaba muy bien… Mi marido me repetía las afirmaciones, usamos la pelota de pilates para que me masajeara al venir la contracción y paseamos apoyada en él.
Habían pasado casi 3 horas desde que llegué haciendo todo ésto de forma muy tranquila y solos en la habitación.
No tenía miedo, sólo ponía en práctica todo lo aprendido.
Entonces llegó el matrón que me había atendido al llegar (un ángel este hombre) y aquí empezó lo bueno… Me dijo que el bebé estaba perfecto, que estaba de 7cm y que me iba a romper la bolsa porque estaba fisurada y había una parte haciendo como una especie de globo a modo de “tapón”.
Lidia es el momento clave y último para decidir, quieres epidural? –
Yo no la quería, no me hizo efecto en mi primer parto tras dos pinchazos y no quería que me volviese a suceder, o que me ralentizara el buen ritmo que llevábamos…. Pero también sabía que lo que venía era muy doloroso… Miré al matrón, que me dijo que me esperaba el tiempo que quisiese para decidir.
Después miré a mi marido que me dijo muy tranquilo, cariño no te la pongas, puedes hacerlo, estamos preparados para hacerlo, adelante.
El matrón me dijo ya sabes cómo va ésto, sigue tranquila y cuándo tengas ganas de empujar me llamas.
A partir de ahí fue todo demasiado rápido, me ayudaron a sentarme en la camilla y me llevaron corriendo literalmente al paritorio mientras todos se ponían los equipos yo no podía dejar de empujar, sentía como el bebé quería salir, me subí como pude en el potro y el matrón se puso él sólo delante mía y mi marido a mi lado.
Me dijo si tú quieres en menos de 5 minutos está aqui, ya tiene la coronilla fuera…GUAU!!
Lo que sentí ahí fue inexplicable…entre los tú puedes y lo estás haciendo genial que me gritaban ambos, me agarré a los lados del potro y me sentí totalmente empoderada, como lo que tantas veces había leído, una leona sacando a su cachorro ella sola, con una fuerza bestial que me salía en forma de grito por la boca.
Por fín estaba sobre mi pecho mi niño adorado y en 24 horas llegamos a casa para formar nuestra tan anhelada familia de cuatro.
No puedo agradecer más a Carmen su trabajo, esa forma de ayudar, de convencer, de convertir mis miedos en ganas, de animar. MIL GRACIAS.
La preparación al parto con hipnoparto de Parto positivo te ayuda a afrontar el parto con información, empoderada y sin miedos ¿El objetivo? Tener el mejor parto posible. Si quieres saber más sobre qué es el hipnoparto y cómo puede ayudarte haz click aquí.
Puedes continuar leyendo los partos positivos de cientos de mamás que han preparado su parto con Parto Positivo. Partos reales y positivos.