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Paulina es de Chile, pero vive en Alemania. Se dió en este segundo embarazo la posibilidad de vivir un parto saludable, amoroso, respetuoso donde ella conectó con su confianza en sí misma y poder.

Creyó, sintió, se rindió y confió. Después de cinco horas desde las primeras olas uterinas, Benito, su hijo, salió de sus mares para aterrizar en este mundo en un parto en casa maravilloso.

Paulina preparó su parto con el Curso Online de Parto Positivo ¡Enhorabuena Paulina! Os dejo con su testimonio:

Todo comenzó una mañana a las 11.30 horas, cuando me sentaba en la pelota de Pilates y sentía mucha presión en mi suelo pélvico. Sin lograr aún llamarlas olas uterinas, porque hace algunos días ya sentía las de Braxton Hicks, algo molestaba o se sentía diferente, pero seguí mi día normal.

A las 16.30 viene nuestra comadrona a controlarme (porque era el “día” estimado de parto) le comento de esto y me pregunta si quiero que me haga un tacto vaginal y dije que si. Me informa que hay 2 centímetros de dilatación. Me sugiere descansar o salir a caminar. Pero, mi intuición me decía, quédate.

Mi marido aprovechó para ir al supermercado y le encargué helado para ver quizás una película. Solo fue la intención, no alcancé a tomar mi helado favorito, porque ya empezaba a sentir las olas con mayor intensidad.

A las 18.00 hs aproximadamente, mi marido llama otra vez a nuestra comadrona, para decirle que siento estas olas más seguidas y ella pide escuchar mi respiración.

Yo ya estaba aplicando la respiración ascendente del Curso de Carmen. Visualizaba siempre una flor rosada brillante abriéndose.

Estaba en ese entonces acostada en mi cama de lado, terminando de escuchar tres audios del curso: de afirmaciones positivas, hipnoparto y el audio de 3,2,1..relaja,relaja, relaja (que le pedí a mi mamá grabara, para sentir su apoyo y caricias más cerca) y a la vez respiraba la técnica ascendente en cada ola.

Rápidamente, mi cuerpo me pide pararme y bailar. Luego de bailar en mi habitación dos canciones de un gran álbum que había preparado (suponiendo que podría ser un parto de 24 hrs como el que tuve con mi primer hijo) mis olas uterinas se vuelven más intensas y seguidas.

Recuerdo que me alegró, porque sentía que todo avanzaba más rápido de lo que pensaba y eso significó que estábamos más cerca del encuentro con mi pequeño. Aunque reconozco, que a veces sentía temor (porque cada embarazo y parto siempre tiene algo de nuevo y diferente).

A las 19.45 horas fueron nuestras últimas anotaciones de las olas uterinas. Mi marido llama otra vez a mi matrona y ella, al escucharme, le dice que el trabajo de parto ya ha comenzado y viene en camino.

Mientras tanto, mi marido comienza a preparar el salón con la piscina y todo estaba ya listo a las 20.30 hrs. En el agua, recuerdo haber pedido a mi marido poner mi música de parto y canto mientras escucho “Sabemos parir”.

Todo era intuitivo recuerdo, mi marido solo me observaba y atento estaba. Solo intervenía diciendo  “lo estás haciendo bien” “tu puedes” “tu cuerpo sabe “.

En eso llega mi comadrona y yo ya en el agua ella me observa, escucha y controla el corazón de mi bebé, luego de hacer por segunda y última vez tacto vaginal con mi consentimiento.

Esto lo destaco, porque, me di cuenta en el curso y en ella la importancia de contar con profesionales y acompañantes, respetuosos, amorosos, atentos y no invasivos.

Y nos dice: ¡Bien! ¡Todo está bien! Estás totalmente dilatada. Yo, más consciente y presente que nunca recuerdo que dije: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Tan rápido? Sorprendida estaba, porque había sido más rápido y “fácil” de lo que esperaba.

Empecé entonces a seguir más mi cuerpo y recordé la respiración descendente. Sin forzar y apagando mi mente, miraba solo las fotos que había pegado en el muro de paisajes que me llegan al corazón (siempre presente el alimentar mis sentidos en la preparación del lugar una semana antes, puse fotos, hice mi altar y revisé mi álbum de música) y miraba constantemente fotos de la Cordillera de los Andes (soy de Chile) y en que aparece una huella de cascada y reflejo de la cordillera en un lago.

Así me sentí: Fuerte y tierra firme, dejando fluir mis aguas. Fotos de mi madre y abuelas que pudieron parir de forma normal y natural en casa con algunos hijos, me recordaron que yo también podría.

No sé en qué momento Benito, nuestro hijo, hace su trabajo y me guía. Siento el aro de fuego. Hasta salir la cabeza lo siento todo intensamente.

De 20.30 a 21.30 hrs fue el trabajo más intenso, abrazando a mi marido que estaba fuera de la piscina sosteniéndome me hundo en su hombro, aprieto sus brazos y mordí un poco su camiseta.

Mis gemidos y ruidos de mamífera los recuerdo intactos. Dejé ser a la mujer animal y natural que soy. 

Benito a las 21.30 hrs nace, luego de que en dos olas uterinas su cabeza no avanzaba y mi matrona me guía. Suelto mis pensamientos y el temor de que algo no salga bien.

Dejo que él y mi cuerpo hagan su trabajo, no mi mente. Recuerdo que “mi cuerpo está diseñado para parir de la mejor forma posible“. A los pocos minutos, siento todo su cuerpo pasar por el portal, mi vulva, lo siento como un pez y ya está él, nuestro hijo en nuestros brazos y en su nuevo hogar.

Hasta ahora (12 días después) no logró procesar todo y me sorprendo de la fuerza, sabiduría de mi cuerpo como mujer y de nuestro bebé que por naturaleza quiso y supo como salir al mundo.

Agradecida y afortunada de haberme dado este regalo y oportunidad de parir en casa de forma natural, luego de haber dado a luz a mi primer hijo en un hospital, con epidural y claro, luego de 24 hrs de trabajo de parto, tuve mucho estrés y mi hijo una infección. Por lo que después de una semana recién pudimos estar en casa tranquilos.

Por eso, me di en este segundo embarazo la posibilidad de intentar vivir un parto saludable, amoroso, respetuoso donde yo pudiera tener la confianza y poder en mi.

Gracias al Curso de Hipnoparto, que me recomendó mi comadrona, llegué a este curso en español (vivo en Alemania y quería algo en mi idioma nativo).

Y estoy feliz de que Carmen haya tenido efecto en mi cambio de creencias respecto al parto y hacer el curso de tal modo,  donde mi marido y familia también fueran parte de este momento.

Muchas gracias a la vida y a ti Carmen por esta hermosa, práctica y sencilla forma de re-educarnos a las mujeres.

Éxito, éxito y que llegues a más mujerazas, que creo nos une a todas el querer cambiar las cosas o el mundo, partiendo por traer o ser canales de nuevas vidas y generaciones más saludables.

La preparación al parto con hipnoparto de Parto positivo te ayuda a afrontar el parto con información, empoderada y sin miedos ¿El objetivo? Tener el mejor parto posible. Si quieres saber más sobre qué es el hipnoparto y cómo puede ayudarte haz click aquí. 

Paulina preparó su parto con el Curso Online de Parto Positivo ¡Y tú también puedes hacerlo!

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